El Viernes 2 de Marzo a las 7 am estábamos en la recepción del hospital de maternidad haciendo ingreso para la inducción al parto programado por hipertensión.
Nos dieron una habitación privada en la 4ta planta, subimos a instalarnos, elegimos el menú para los próximos días de internación y nos vinieron a buscar para llevarnos a los cuartos de monitores, preparación al parto y salas de parto, en la planta 2 del hospital de Maternidad.
A las 8 de la mañana, una vez allí hicieron varios chequeos, análisis de orina, monitoreo fetal, control de presión (con tomas constantes cada 10 min) análisis de sangre, pusieron la vía en vena y a las 8:35 am introdujeron el Propess (el famoso tampón de prostaglandinas para madurar el cuello uterino) ya que tras el primer tacto aún estaba largo y cerrado.
Sobre las 10:00 am subimos a nuestra habitación y nos dijeron deberíamos volver cada dos horas a monitores, en donde cada vez se pegaban una media de entre 40 minutos, una hora y tocaba volver a montrol CGT a las dos horas siguientes.
Sara empezó a tener leves dolores de regla y de riñones.. eran llevaderos, cada vez más frecuentes y algunos más intensos.. a medida que pasaban las horas.
Nos dijeron que seguramente nacería el Sábado 3 pero que cada parto e inducción eran distintos. Nuestra ginecóloga estaría de guardia en el hospital el Sábado así que ella pensaba nacería entonces, pero al ver que el Propess hacía efecto y Sara tenia inicio de contracciones y molestias.. teniamos la ilusión iría todo muy rápido y nacería ese mismo Viernes.
Cada dos horas continuamos bajando a controles CTG, monitorizando al bebé, contracciones cada 10 min, sunque leves y chequeando la tensión, haciendo tactos dolorosos de control y volvíamos a nuestra habitación en planta para dar un paseito, caminar, trabajar en la pelota..
Fué un dia muy activo y estuvimos en movimiento para facilitar la dilatación y avanzar en el trabajo de parto. Por la noche del Viernes nos tocaba control a las 22:30 pm y nos dijeron que el cuello no había avanzado lo suficiente, estaba más blando pero seguía alto y cerrado. Sobre las 00 nos dijeron que nos fuésemos a dormir que el Sábado sería un gran día y necesitábamos fuerzas para entonces.
Teníamos miedo Sara sintiera molestias y contracciones por la noche con el Propess puesto y dijeron que si notabamos algo como mucho dolor ó si se rompiera la bolsa, bajásemos otra vez pero que sino, lo hagamos recién a las 6:30 am. Nos dieron unas bolsas de gel que calentamos en el microondas para que Sara no tuviese dolores y la verdad que fueron de mucha ayuda.
Asi que nos fuimos a dormir y por suerte Sarita pudo descansar sin molestias.. Qué felicidad teníamos esta noche sí que sería la última del príncipe en la pancita.
A la madrugada me despertó el llanto de un bebé y sonreí para mi interior pensando en que mañana por la noche sería el mío el que despertase a toda la planta..
Me dormí con un hermoso sabor de boca, deseando sea ya de día y tener a nuestro bebé en bracitos, mirarlo, conocerlo, ponerle una carita.
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